Una pantalla HD de 5 pulgadas, un procesador de cuatro núcleos a 1,2 Ghz, una buena cámara, ¡OJO! sólo una buena cámara y un cuerpo de metal que deja bastante que desear... Llévelo tan solo a $350.000 pesos chilenos.
Si nos centramos en el A5, específicamente en las
aspiraciones de Samsung, rápidamente pensamos en su dramático interés por tener posición en el terreno de la gama media e identificarse en los usuarios que
busquen diseños y ergonomía por sobre otras cosas. ¿Pero de verdad podrá
destronar al rey de gama media?, ¿Samsung logrará irrumpir en el mercado con
esta apuesta tan exagerada?.
Si nos centramos en el A5, específicamente en las
aspiraciones de Samsung, rápidamente pensamos en su dramático interés por tener posición en el terreno de la gama media e identificarse en los usuarios que
busquen diseños y ergonomía por sobre otras cosas. ¿Pero de verdad podrá
destronar al rey de gama media?, ¿Samsung logrará irrumpir en el mercado con
esta apuesta tan exagerada?.
Para ser completamente sinceros, el procesador al trabajar
con los 2 Gb de memoria ram se comporta adecuadamente y, al compararlo con la gama
media actual fácilmente se posiciona
por sobre los demás. La pantalla y cámara también escapa a lo que vemos en la
gama media actual, pero aún así, este Galaxy A5 sigue siendo un gama media. Actualmente
podríamos conseguir fácilmente equipos verdaderamente "Gama alta y nuevos" como
el LG G2, un Motorola Moto X o un Nexus 5, por el mismo precio que este
cuestionado A5 más barato y mejor aún, podríamos ahorrar aún más
dinero si pedimos un One Plus One u otro equipo chino. Muchos fanáticos de Samsung podrán decir que
todas estas prestaciones en combinación al “Chasis De Metal", valen lo que
propone Samsung como un precio lógico a su producto, pero en pocas palabras
ese precio es una cosa de locos. La recomendación inmediata podría ser comprar
un Motorola Moto G de segunda generación e invitar a tu novia a comer o
simplemente ahorrar unos pocos pesos más y comprar un equipo de prestaciones y
especificaciones acorde a lo que estamos pagando.
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